¡No al tarifazo!

29 de julio de 2009
Se están recibiendo facturas con aumentos que llegan al 700% en el caso de la electricidad y al 200% en el servicio de gas. Ante la imposibilidad de pagarlo, ya han comenzado los cortes.

Apenas terminadas las elecciones, y en medio de lo más crudo del invierno y de la gripe A, en Capital y Provincia de Buenos Aires empezaron a llegar facturas de luz y gas increíbles. En el caso de la electricidad, los aumentos oscilan entre el 300 y el 700%. Se trata de incrementos autorizados por el gobierno nacional en el año 2008 - resoluciones 1169/08 de la Secretaría de Energía de la Nación y 628/08 del Ente Regulador de la Electricidad-. El gobierno negoció con las empresas privatizadas para que apareciera en las boletas después de las elecciones. Y, siguiendo su doble discurso, argumenta que, como afecta a usuarios con consumos superiores a los 1000 KW, se estaría resguardando a los sectores de menores recursos. Se trata de una miserable mentira: cualquiera sabe que, justamente, es el pueblo más pobre el que no puede cambiar sus artefactos, que consumen mucha más electricidad que los modernos. Y, en invierno, las familias humildes muchas veces sólo tienen para calefaccionarse las viejas estufas eléctricas. Lo preocupante es que estas boletas “sólo” registran los consumos de los meses previos al frío. ¿Qué va a pasar cuando lleguen las próximas facturas que impactarán de lleno con lo que marquen los medidores en el invierno?



En el caso del gas, los aumentos oscilan alrededor del 200%. En este caso el aumento es para financiar las importaciones de gas desde Bolivia y del fluido envasado que viene en barcos. Se trata también de una decisión del gobierno del año pasado, “escondida” hasta que pasaran las elecciones -resolución 536/08 del Enargas, para la capitalización de un fondo fiduciario para hacer frente a eventuales necesidades de nuevas importaciones-.



Este tarifazo destapa dos realidades. La primera, que durante estos años de tarifas “supuestamente congeladas” (aunque todos sabemos que eso no fue verdad), las empresas privatizadas mantuvieron sus superganancias por medio de los subsidios que les daba el gobierno. Ahora, crisis mediante, cuando ya los Kirchner no pueden garantizarles esos montos, quieren seguir levantando sus millonadas a costa directamente de la boleta del usuario. La segunda realidad, patente en el caso del aumento del gas, es que la absoluta falta de inversiones por parte de las empresas privatizadas nos viene llevando a una crisis energética crónica, que se resuelve provisoriamente con la importación del fluido, a valores muy superiores a los locales. Nuevamente, en vez de castigar a la empresa por el no cumplimiento de sus planes de inversión, se carga el costo sobre el bolsillo de los trabajadores.



Luchar hasta anular el tarifazo



La indignación estalló por muchos lados. Y ya tuvo algunos “rebotes” superestructurales. La jueza Cecilia de Negre dictó un fallo prohibiendo los cortes a aquellos que no paguen o lo hagan a cuenta. En el Congreso hay un proyecto para suspender los aumentos tarifarios, que está “durmiendo” en la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, que no se reunió nunca en todo 2009. Varias provincias (Chubut, Tucumán, Salta), vía denuncias de sus defensores del Pueblo, lograron que jueces federales ordenaran dar marcha atrás con el aumento y refacturar. Los trabajadores tercerizados de Edesur, hoy en conflicto (ver nota), denuncian que se está registrando un promedio de más de cien cortes diarios en su área del Gran Buenos Aires.



Se están empezando a producir protestas y algunos escraches ante las oficinas de las privatizadas. En muchos barrios empezaron a reactivarse las comisiones de vecinos autoconvocados que dieron origen a principios de año al Movimiento Nacional contra el Tarifazo, que confluyó en una “Marcha de las velas” a Plaza de Mayo. Junto con la Fetera, que también participa de ese movimiento, y ha llamado a confluir a trabajadores y usuarios y a las organizaciones políticas, sindicales, barriales y estudiantiles que también participamos de ese movimiento. Tenemos que impulsar la más amplia unidad para derrotar este tarifazo, marchando el próximo miércoles 5 a las 16 horas frente al Congreso Nacional. Hay que promover no pagarlo, depositando a cuenta el valor de la factura anterior, organizarse y resistir cualquier intento de corte, retomando el camino de la movilización masiva, como lo hicimos en el mes de marzo.