Somos libres cuando elegimos comprometernos. Después debemos hacernos cargo de esa elección, de lo que los demás esperan de nosotros. Si elegimos luchar por un mundo más justo, más bello, sin explotadores ni explotados, tenemos que poner todo nuestro cuerpo, toda nuestra carne, todos nuestros deseos, al servicio de lograrlo. Eso es, realmente, la vida en libertad.
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Somos libres cuando elegimos comprometernos. Después debemos hacernos cargo de esa elección, de lo que los demás esperan de nosotros. Si elegimos luchar por un mundo más justo, más bello, sin explotadores ni explotados, tenemos que poner todo nuestro cuerpo, toda nuestra carne, todos nuestros deseos, al servicio de lograrlo. Eso es, realmente, la vida en libertad.
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