sábado, 13 de junio de 2009

Masacre indígena en Perú: otras víctimas del TLC

Publicado en La Arena, de La Pampa, el 12 de junio de 2009

Masacre indígena en Perú: otras víctimas del TLC
Muerto el ALCA, EE.UU. avanzó con "tratados de libre comercio" bilaterales. Varios países latinoamericanoslos han suscripto, Perú entre ellos. Hoy, esos tratados se cobran las primeras víctimas en vidas humanas.
La historia latinoamericana contiene cinco siglos de depredación. Muchos nos hemos formado leyendo las denuncias sobre el genocidio de nuestros pueblos originarios, el saqueo del oro y la plata, y la reducción a servidumbre de lo que quedaba de la población aborigen, por medio de instituciones terroríficas como la "mita" y el "yanaconazgo". Sabemos que, en nuestro continente, quedan pueblos originarios, generalmente viviendo en la marginación y la pobreza. También conocemos y denunciamos que el saqueo de nuestras riquezas continúa en la Latinoamérica "moderna" de países supuestamente independientes. Pero lo sucedido la semana pasada pareció retrotraernos a las más feroces páginas de "Las venas abiertas de América Latina".De nuevo Pizarro.Tal cual había amenazado al declarar el "estado de emergencia" hace tres semanas, el gobierno del Perú, presidido por Alan García, envió a la policía ye el ejército con helicópteros y armas de guerra a reprimir a los indígenas que cortaban rutas en la selva amazónica. En la madrugada del viernes 5 de junio, en la localidad de Baguas, en Curva del Diablo y puente de Corral Quemado, se produjo una masacre de indígenas awajun y wampis. Estos se defendieron con armas rudimentarias, palos, lanzas, flechas, contra la arremetida represiva. Se produjo una batalla armada en plena selva. Los reportes periodísticos hablan de más de 30 muertos (en algunos informes se llegó a contar 100) y más de 200 heridos. Se denuncia quema y desaparición de cadáveres. Se estableció el toque de queda y estado de sitio en toda la región. El gobierno peruano salió en los medios de comunicación a mostrar a "indios feroces", "analfabetos" y "fuera de la civilización" que con lanzas y flechas mataban policías (se reportó el fallecimiento de una docena de fuerzas de seguridad). A partir de ese momento, en la mayoría de los medios de comunicación del Perú se empezó a recurrir al más aberrante lenguaje racista contra los pueblos originarios. Repentinamente, si no fuera por los helicópteros y el armamento moderno utilizado, pareció que se estaba ante una reedición de la conquista de Francisco Pizarro.¿Qué estaba sucediendo?Perú es firmante de un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Una de sus consecuencias es que se "liberalizan" todas las inversiones extranjeras, entre ellas las extractivas (petroleras y gasíferas). Esta "puesta en valor" de millones de hectáreas pasan por encima de comunidades que viven en ellas desde hace siglos. Por eso, los indígenas del amazonía venían protestando contra la depredación de las petroleras y otras transnacionales mineras en una huelga y corte de rutas que ya llevaba 56 días. De nada sirvió que una comisión multipartidaria haya concluido en que los decretos legislativos dictados por el gobierno debían ser derogados por inconstitucionales, o que la Comisión de Constitución haya dictaminado en igual sentido derogar los decreto-ley 1015 (Ley Forestal) y 1090 (Fauna Silvestre), uno de los más cuestionados por la parte indígena. Tampoco, que un organismo como la Defensoría del Pueblo haya respaldado la petición indígena y que se haya denunciado repetidas veces que se estaba violando la Declaración de las Naciones Unidas sobre los pueblos indígenas. El Congreso del Perú siempre se negó a tratar cualquiera de estos planteos. Justamente, horas después de que este decidiera postergar nuevamente el debate de la derogatoria de estos decretos legislativos pro TLC que facilitaban la invasión de territorios comunitarios indígenas por parte de las transnacionales, fue que el Poder Ejecutivo envió estos contingentes militares a la región para aplastar la protesta indígena.Compromiso.La realidad es que el gobierno peruano está dispuesto a pasar por encima incluso de sus propias leyes, pues se comprometió con las multinacionales a abrir la Amazonía para extraer gas y petróleo, no para abaratar el consumo de los peruanos, sino para venderla a otros países en beneficio de las multinacionales Petrobrás, Pluspetrol o Perenco. A hoy, ya están concedidos varios lotes que están en explotación. Cuando todos estén trabajando abarcará cerca del 75 % de toda la selva amazónica, que actualmente se encuentran en proceso de exploración o negociación. Se trata de 55 millones de hectáreas, muchas de las cuales se sobreponen a tierras de comunidades sin que se considerase el derecho a consulta o al consentimiento previo, libre e informado. Las empresas y el Estado, manipulan esta situación realizando simples talleres informativos y haciéndolo pasar por consulta, como si se respetara las normativas al respecto, como el Convenio 169 de la OIT. Mientras tanto, la depredación de la selva por compañías mineras y madereras ya está produciendo graves consecuencias ecológicas y dejando sin tierra ni agua limpia a las comunidades indígenas que la habitan desde hace miles de años. Romper en silencio.Se están tratando de esconder los crímenes cometidos tras falacias ya muchas veces escuchadas: acusación a los pueblos nativos de ser bárbaros y criminales, ignorantes y manipulables, argumentos usados otrora por los invasores europeos para justificar el sometimiento de los pueblos originarios y la ocupación de sus territorios, así como por las elites criollas para dejar fuera a las poblaciones indígenas al fundar las repúblicas del siglo XIX. En Perú, Los funcionarios oficiales han llegado a afirmar que los indígenas se oponen por "ignorancia elemental". La realidad es que, en esta ocasión, fueron los pueblos originarios quienes han asumido la defensa de los recursos naturales que pertenecen a los peruanos en primer lugar y al conjunto de Latinoamérica en general, contra la intención de entregarlos a intereses privados. Durante muchos años denunciamos y discutimos las consecuencias que hubiera ocasionado el advenimiento del ALCA. Igual de necesario es hoy dar a conocer estos hechos y las consecuencias de los tratados TLC. De otro modo, la entrega y la destrucción de la Amazonía, los Andes, las fuentes de agua, los ríos, los bosques, el petróleo, los minerales, la biodiversidad y las 200 millas terminarán generando mayor pobreza, exclusión y muerte a los pueblos indígenas, campesinos y trabajadores de nuestra Latinoamérica.

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